Soy el señor Keikabile Mogodu, un indígena San de Botsuana, África. Estoy presentando esta declaración en nombre del Grupo Principal de los Pueblos Indígenas
El Grupo Principal de los Pueblos Indígenas (IPMG) subraya que el reconocimiento y la protección de los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos es fundamental para erradicar la pobreza y asegurar que los pueblos indígenas no queden rezagados en el Programa de 2030. Esta es una de las principales lecciones aprendidas en la implementación de los ODM en el contexto del reconocimiento de las múltiples dimensiones de la pobreza.
Si bien los pueblos indígenas representan el 5% de la población mundial, representamos el 15% de los pobres del mundo, en gran parte debido a la histórica y continua falta de respeto a las identidades propias de los pueblos indígenas, que están vinculadas a nuestras tierras, territorios y recursos. El saqueo sistemático de nuestras tierras y recursos, los desplazamientos forzados a gran escala, el robo de nuestros bienes y propiedades, y el desprecio a nuestras diversas estrategias de subsistencia, ocupaciones tradicionales y medios de vida sostenibles, han resultado en las condiciones empobrecidas en las que vivimos, como en África, de donde vengo. La pobreza estructural y la violencia sistémica se derivan de la devaluación de las contribuciones de los pobres, incluidos los indígenas, que son actores clave en la gestión sostenible de los territorios, ecosistemas y recursos ancestrales, que sustentan la seguridad alimentaria, la solidaridad comunitaria y la identidad cultural.
El derecho humano básico de los pueblos a la libre determinación, contenido en el artículo 1 común del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, incluye fundamentalmente el derecho a no negarle a nadie los medios de subsistencia. Se trata de una obligación fundamental de los Estados en materia de derechos humanos, que es la base de los ODS.
Los principales enfoques de desarrollo y las prácticas "como de costumbre", distorsionan el "desarrollo sostenible nacional", alimentan la desigualdad en el crecimiento económico, devastan los ecosistemas naturales, y consolidan la injusticia social. Estas causas subyacentes de la pobreza se ven agravadas por nuestra exclusión de los procesos de toma de decisiones a todos los niveles, y por la discriminación múltiple en la provisión de educación, salud, empleo y otros servicios básicos, especialmente para las mujeres indígenas.
Esta exclusión aún prevalece incluso en el proceso VNR en muchos países incluido Botsuana, de donde vengo. A pesar de mis esfuerzos por llegar al gobierno, me dijeron que se realizaron consultas con organizaciones paraguas de la sociedad civil que no representan las opiniones y aspiraciones de los pueblos indígenas. La reivindicación de la plataforma multipartita para la participación en los ODS favorece a los actores más poderosos y sólo menciona de la boca para fuera la participación significativa de los pueblos indígenas y otros grupos marginados.
La falta de nuestra identidad jurídica como pueblos indígenas y el reconocimiento de nuestros derechos colectivos son las principales barreras para nuestra participación efectiva. También limita severamente nuestra plena contribución al desarrollo sostenible. A menos de que nuestra existencia como grupo distinto con derechos específicos sea plenamente reconocida, respetada y reconocida, continuaremos siendo marginados y excluidos del Programa 2030
A fin de garantizar que nadie se “quede atrás”, el Grupo Principal de Pueblos Indígenas invita a los Estados a
- Priorizar el reconocimiento legal de la tenencia de la tierra consuetudinaria de los pueblos indígenas, los pequeños agricultores, los pescadores y las mujeres, a través de políticas, acciones y medidas específicas, guiadas por objetivos, indicadores y desagregación de datos que se establezcan con claridad, en todos los niveles.
- Garantizar la cohesión política y la implementación equilibrada de las tres dimensiones del desarrollo sostenible basadas en el respeto, la protección y la realización de los derechos humanos. Los planes nacionales de implementación deben mantener claras salvaguardas sociales y ambientales, llevar a cabo la debida diligencia en materia de derechos humanos y exigir el consentimiento libre previo e informado de los pueblos indígenas para acciones que afecten nuestros derechos y bienestar.
- Participación plena y efectiva de los grupos marginados, incluidos los pueblos indígenas, en el diseño, la implementación, el seguimiento y la presentación de informes de las medidas apropiadas para poner fin a la pobreza y el hambre y lograr una educación de calidad y el bienestar de los grupos marginados.
Gracias.
MENSAJES CLAVE:
El reconocimiento y la protección de los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos es fundamental para erradicar la pobreza y asegurar que los pueblos indígenas no queden rezagados en el Programa 2030
El derecho humano básico de los pueblos a la libre determinación incluye el derecho a no negárseles los medios de subsistencia. Esta es una obligación fundamental de los derechos humanos de los estados como portadores de deber, que subyace a los ODS.
La falta de identidad jurídica como pueblos indígenas y el reconocimiento de nuestros derechos colectivos son los principales obstáculos para nuestra participación efectiva. También limita nuestra plena contribución al desarrollo sostenible. A menos que se trate de esto, seguiremos marginados y excluidos.
Las reivindicaciones de las plataformas de participación múltiple de los participantes en los ODS favorecen a los actores más poderosos y sólo prestan atención a la participación significativa de los grupos marginados, incluidos los pueblos indígenas.